El 28 de mayo de 2018, el Secretario General de la ONU, António Guterres, lanzó Asegurar nuestro futuro común: una agenda para el desarme, un informe donde se destaca un conjunto de medidas prácticas que afectan a la totalidad de las cuestiones de desarme, incluyéndose aquí armas de destrucción masiva, armas convencionales y las tecnologías armamentistas futuras.
Además de ofrecer una visión general de los objetivos de desarme, Asegurar nuestro futuro común explora los contextos políticos y de seguridad que dan origen a la militarización, las carreras armamentísticas y los conflictos armados, y coloca el desarme dentro del marco del trabajo de las Naciones Unidas en materia de mantenimiento de la paz, consolidación de la paz y desarrollo sostenible.
Estamos viviendo unos tiempos peligrosos. Los conflictos prolongados están causando un sufrimiento humano indescriptible. Los grupos armados proliferan, equipados con una amplia variedad de armas. El gasto militar y la competencia armamentística están creciendo en todos los países, regresando las viejas tensiones de la guerra fría a un mundo cada vez más complejo. En el entorno multipolar actual, los mecanismos para el contacto y el diálogo que en su momento ayudaron a aliviar las tensiones entre las dos superpotencias han perdido fuerza y relevancia. Esta nueva realidad exige que se coloquen en el centro de los trabajos de las Naciones Unidas el desarme y la no proliferación. Este es el telón de fondo de mi agenda para el desarme.
António Guterres, Secretario General de la ONU, Prólogo de Asegurar nuestro futuro común
Asegurar nuestro futuro común señala las cuestiones políticas y de seguridad que dificultan la consecución del desarme, si bien subraya que no se debe esperar a que mejoren las condiciones para iniciar ese desarme. Al contrario, el informe advierte que el desarme adquiere todavía más relevancia en tiempos de tensión y conflicto, y destaca la importancia del desarme como herramienta que ayuda a prevenir los conflictos armados, a promover los derechos humanos, mejorar la seguridad, generar confianza y paz, y que además posibilita que se alcancen los Objetivos de desarrollo sostenible.
El desarme es una herramienta que ayuda a prevenir el conflicto armado y a aliviar sus efectos cuando este se produce. Las medidas de desarme son un objetivo por muchas razones, en concreto, para mantener la paz y la seguridad internacionales, defender los principios de la humanidad, proteger a los civiles, promover el desarrollo sostenible y prevenir y acabar con el conflicto armado. Del mismo modo que el concepto de seguridad ha evolucionado hasta colocar a los seres humanos en el centro, es necesario que evolucionen los objetivos y el lenguaje del desarme para contribuir a la seguridad humana, nacional y colectiva del siglo XXI.
Introducción de Asegurar nuestro futuro común
Asegurar nuestro futuro común se divide en cuatro ejes fundamentales:
- El desarme para salvar a la humanidad,
- El desarme que salva vidas,
- El desarme para las generaciones futuras
- y Fortalecer las alianzas para el desarme.
El desarme para salvar a la humanidad gira en torno a las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva (ADM). El planteamiento básico de la ONU es facilitar y apoyar la prohibición y eliminación de las ADM. El desarme para salvar a la humanidad hace hincapié en la importancia de involucrar a los gobiernos que todavía poseen armas nucleares con el fin de garantizar avances prácticos y destaca el importante papel que juegan las Naciones Unidas y los correspondientes tratados en el fortalecimiento y aplicación de las normas y los regímenes jurídicos contra las ADM. El desarme para salvar a la humanidad también se centra en la prevención del surgimiento de nuevos ejes de competencia y conflictos estratégicos, y en velar por la seguridad y la sostenibilidad de las actividades en el espacio ultraterrestre.
La amenaza existencial que suponen para la humanidad las armas nucleares tiene que motivarnos a emprender acciones nuevas y decididas que conduzcan a su total eliminación. Se lo debemos a los Hibakusha –los supervivientes de la guerra nuclear– y a nuestro planeta.
António Guterres, Secretario General de la ONU, Prólogo de Asegurar nuestro futuro común
El desarme que salva vidas se centra en regular la proliferación de armas convencionales y en integrar estos esfuerzos dentro de los trabajos generales en materia de prevención de conflictos, consolidación de la paz y desarrollo sostenible. Este eje gira también en torno a la observancia del derecho humanitario internacional en los conflictos armados y en la mitigación de las repercusiones humanitarias de las armas convencionales, particularmente las que presentan el uso de armas explosivas en zonas pobladas, la necesidad de fortalecer la coordinación de todo el sistema de las Naciones Unidas en relación con los artefactos explosivos improvisados y la importancia de generar una mayor transparencia y rendición de cuentas en el uso de drones armados. El desarme que salva vidas se centra también en los esfuerzos para reducir el gasto militar y generar confianza en los niveles regionales a través de los instrumentos existentes de transparencia y generación de confianza de las Naciones Unidas.
Tenemos que colocar a las personas en el centro de nuestros esfuerzos de desarme y asegurarnos de que el desarme salve vidas hoy y mañana. Se lo debemos a los millones de personas asesinadas, heridas y arrancadas de sus hogares, en la República Árabe Siria, Yemen, Afganistán, Sudán del Sur, Somalia, Mali y en otros muchos lugares.
António Guterres, Secretario General de la ONU, Prólogo de Asegurar nuestro futuro común
El desarme para las generaciones futuras gira en torno a las nuevas tecnologías armamentísticas que están surgiendo y que podrían poner en peligro la seguridad de las generaciones futuras. Aquí se incluye el desarrollo de sistemas de armas autónomas y el uso de la fuerza en el ciberespacio. El desarme para las generaciones futuras afirma la necesidad de garantizar que se apliquen a estas nuevas tecnologías las normas, reglas y principios internacionales que regulan el conflicto armado.
Tenemos que trabajar juntos para asegurar que los avances de la ciencia y la tecnología se utilicen para el bien de la humanidad. Nuestro trabajo en común para prevenir la militarización de las nuevas tecnologías servirá para salvar a las generaciones futuras. Se lo debemos a nuestros hijos y a nuestros nietos.
António Guterres, Secretario General de la ONU, Prólogo de Asegurar nuestro futuro común
Fortalecer las alianzas para el desarme se centra en la importancia de generar alianzas entre todas las partes interesadas (esto incluye gobiernos, la comunidad de expertos y las organizaciones de la sociedad civil), además de involucrar a las mujeres y a los jóvenes en los procesos de desarme, generando entendimiento, interés y compromiso en la opinión pública.
Desde el lanzamiento de Asegurar nuestro futuro común, el Secretario General de la ONU y la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (UNODA) han colaborado activamente con los Estados miembros y sectores clave de la sociedad civil en el marco de la agenda y su aplicación e implementación. Veinte Estados miembros de la ONU se han ofrecido para ejercer de defensores o colaboradores de Asegurar nuestro futuro común, asumiendo cada uno de ellos una responsabilidad determinada sobre aspectos concretos del informe. La UNODA ha facilitado también la generación de alianzas para el desarme con empresarios y líderes empresariales, expertos sectoriales y representantes de la sociedad civil. Esto incluye proyectos específicos sobre la participación de las mujeres y de los jóvenes.
Desarme para la seguridad y el desarrollo sostenible
La adquisición y acumulación de armas son vistas muchas veces por las naciones como una de las herramientas que proporcionan seguridad. Sin embargo, Asegurar nuestro futuro común subraya muchas maneras en las que sucede justamente lo contrario, donde las armas de destrucción masiva y la circulación incontrolada e ilícita y la acumulación excesiva de armas convencionales erosionan la seguridad. En cambio, el desarme contribuye a la seguridad y al desarrollo sostenible.
Asegurar nuestro futuro común señala que el desarme de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva contribuyen a la paz y a la seguridad internacionales. «Para impedir que se deteriore todavía más el entorno de seguridad internacional es necesario recuperar ese modo de pensar donde la búsqueda del desarme nuclear se entiende como la mejor manera de preservar la paz, prevenir una gran guerra entre Estados y mantener la estabilidad en tiempos turbulentos». (Asegurar nuestro futuro común, pág. 17).
En este sentido, el informe apunta también que las medidas de desarme convencional generan seguridad regional y nacional, particularmente al ayudar a «acabar con los conflictos, asegurar la paz y prevenir la fácil reanudación de las hostilidades. Han promovido la transparencia, la confianza y la estabilidad a nivel regional, reduciendo la carga militar para las sociedades. Han asegurado el respeto de los principios de humanidad. Y han prevenido el desvío hacia usuarios malintencionados o no autorizados». (Asegurar nuestro futuro común, pág. 33).
El desarme y las medidas de control de las armas pueden ayudar a garantizar la seguridad nacional y humana del siglo XXI, y deben ser una parte integral de nuestro sistema colectivo de seguridad. Espero que esta agenda para el desarme contribuya a dejar a nuestro mundo en la senda de la paz sostenible y de la seguridad para todos.
António Guterres, Secretario General de la ONU, Prólogo de Asegurar nuestro futuro común
Asegurar nuestro futuro común destaca también que «existen muchas áreas en las que alcanzar los objetivos de desarme favorecería la aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible», y explora las conexiones específicas entre el desarme y 10 de los 17 Objetivos de desarrollo sostenible: Salud y bienestar (Objetivo 3), Educación de calidad (Objetivo 4), Igualdad de género (Objetivo 5), Trabajo decente y crecimiento económico (Objetivo 8), Reducción de la desigualdades (Objetivo 10), Ciudades y comunidades sostenibles (Objetivo 11), Vida submarina (Objetivo 14), Vida de ecosistemas terrestres (Objetivo 15), Paz, justicia e instituciones sólidas (Objetivo 16) y Alianzas para lograr los objetivos (Objetivo 17). De esta forma, el informe proporciona las bases para fomentar la cooperación entre los ODS, la paz y las comunidades y los procesos de desarme.
CUADRO INFORMATIVO 1:
Resumen de los Objetivos de desarrollo sostenible y su relación con el desarme
Basado en las páginas 8 y 9 de Asegurar nuestro futuro común.
La violencia armada es una de las causas principales de muerte prematura, y el número de víctimas se incrementa al propagar las lesiones, las discapacidades, los trastornos psicológicos y las enfermedades. El desarme y el control de armas reducen los efectos del conflicto en la salud humana.
Limitar la proliferación y la circulación descontrolada de armas en las distintas comunidades contribuye a construir unos entornos de aprendizaje seguros y no violentos para todos. La educación para el desarme contribuye a una educación sobre la paz y la no violencia, la resolución de conflictos, el desarrollo sostenible, la igualdad de género, la justicia económica, los derechos humanos y la tolerancia hacia la diversidad cultural.
Los jóvenes varones son abrumadoramente responsables del uso inapropiado de las armas pequeñas. A pesar de que la mayoría de las víctimas directas son hombres, las mujeres son las víctimas más frecuentes de la violencia de género que las armas pequeñas facilitan. Empoderar a las mujeres y garantizar su participación equitativa y significativa en los procesos de toma de decisiones para el desarme y el control de las armas pueden servir para obtener unos resultados políticos más inclusivos, eficaces y sostenibles.
El gasto militar excesivo perjudica el crecimiento económico y puede producir consecuencias sociales y políticas no deseables. Contener la proliferación y fácil disponibilidad de armas puede contrarrestar el reclutamiento y la utilización de niños soldados. Las oportunidades para desarrollar condiciones de vida decentes pueden alejar a los jóvenes varones de los grupos armados o bandas criminales. Una regulación de los armamentos adecuada ayuda a prevenir las transferencias ilícitas de armas que sirven de apoyo a la trata de personas, la esclavitud moderna o el trabajo forzoso.
Las medidas para el desarme pueden reducir el gasto militar y redirigir los recursos y el gasto públicos hacia iniciativas sociales y económicas que puedan contribuir a una mayor igualdad.
La producción, las pruebas y el uso de armas, así como las operaciones militares generales, contribuyen significativamente a las emisiones de carbono. El uso de armas nucleares podría provocar unos efectos climáticos catastróficos. Las medidas de desarme pueden ayudar a reducir estos efectos climáticos y a apoyar los objetivos del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
(Nota: Los beneficios del desarme para la protección climática no se incluyeron en Asegurar nuestro futuro común, pero son una parte esencial del desarme para el desarrollo sostenible, y por ello se incluyen en este manual parlamentaria).
La contaminación de los residuos dejados por la guerra y las pruebas y el uso de armas nucleares, químicas y biológicas tienen consecuencias desastrosas para el medio ambiente. El desarme y la regulación de los armamentos reducen los efectos de las armas en el medio ambiente.
EL DESARME, LA NO PROLIFERACIÓN Y EL CONTROL DE ARMAS JUEGAN UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA PREVENCIÓN DE LOS CONFLICTOS Y EN FORJAR Y MANTENER LA PAZ.
16.1 El desarme y la regulación de los armamentos contribuyen a reducir el número de muertes causadas por la violencia armada al prohibir y restringir el uso de determinados tipos de armas y estableciendo controles efectivos sobre las armas y las municiones.
16.4 El desarme efectivo y la regulación de los armamentos reducen los flujos de armas ilícitas que, de otra manera, pueden instigar, alimentar y prolongar los conflictos armados, el terrorismo y el crimen.
16.6 La participación en medidas de transparencia militar y de generación de confianza, como por ejemplo, informar del gasto militar y de las importaciones y exportaciones de armamento, fomenta la rendición de cuentas de las instituciones nacionales y puede promover el diálogo y la generación de confianza entre países.
16.8 La participación activa de todos los Estados, especialmente de los países en desarrollo, en deliberaciones multilaterales sobre desarme sirve para obtener unos resultados políticos más eficaces y sostenibles.
16.9 El fortalecimiento de las capacidades institucionales de los Estados para conseguir un mejor control de los armamentos y las municiones y participar en medidas de generación de confianza militar ayudan a prevenir los conflictos, la violencia, el terrorismo y el crimen.
Movilizar recursos suficientes para apoyar el desarme y la regulación de los armamentos es esencial para poder cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Una mayor disponibilidad de datos de alta calidad, actualizados, desglosados y fiables relacionados con los armamentos puede contribuir al debate sobre la relación entre el desarme, el desarrollo, la paz y la seguridad, lo que puede derivar en mejores decisiones y políticas.