Un manual sobre la acción parlamentaria en apoyo al desarme para la seguridad y el desarrollo sostenible

Las pandemias y el desarme, salud pública y sostenibilidad económica

Esta sección gira en torno a la acción parlamentaria sobre desarme dirigida a apoyar la salud pública, la paz y la sostenibilidad económica en relación con la prevención, gestión y mitigación de pandemias.

Gabriela Cuevas Barron, presidenta de la UIP (2017–2020). Foto: UIP

Nuestro mundo está siendo hoy golpeado por una pandemia terrible que tendrá importantes consecuencias socioeconómicas que se sumarán a los problemas a los que ya se enfrenta la comunidad mundial, de hecho, toda la humanidad, incluidas las futuras generaciones. La gestión de la pandemia y la promoción de un desarme general y completo están muy relacionadas. Los conflictos armados y la proliferación de armas constituyen un impedimento a nuestros esfuerzos de contener la pandemia y lidiar con sus efectos para la salud y la economía. Será necesario que los parlamentos, las instituciones que representan a los pueblos, avancen en el desarme, la no proliferación y el control de armas para proteger la salud, limitar el gasto militar e incrementar la inversión en la mitigación de la pandemia de COVID-19 y en la Agenda 2030 para el desarrollo y, de este modo, garantizar el bienestar de los pueblos.

Gabriela Cuevas Barron, presidenta de la UIP (2017–2020).

Recomendaciones:

Los parlamentarios pueden:

  • Apoyar la iniciativa de un alto el fuego global del Secretario General de la ONU;
  • Apoyar asignaciones presupuestarias a la contención y gestión de la COVID-19 y a la recuperación económica, así como la recuperación económica, y la consideración de reducir los presupuestos militares para liberar recursos necesarios para lidiar con la pandemia;
  • Apoyar una moratoria en la producción y suministro de armamento militar durante la pandemia;
  • Apoyar medidas de fortalecimiento de la Convención sobre las armas biológicas (en particular en la próxima Conferencia de Revisión de la Convención sobre las armas biológicas) para garantizar la prevención de brotes de virus con orígenes militares, y permitir una cooperación más eficaz en la solución de futuras pandemias sin importar si tienen orígenes militares o civiles.

Acuerdos, resoluciones e iniciativas relevantes de la ONU:

  • Resolución 74/270 de la Asamblea General de la ONU: Solidaridad mundial para luchar contra la enfermedad por coronavirus, marzo de 2020
  • Resolución 74/274 de la Asamblea General de la ONU: Cooperación internacional para garantizar el acceso mundial a los medicamentos, las vacunas y el equipo médico con los que hacer frente a la COVID-19, marzo de 2020
  • Resolución 73/1 de la Asamblea Mundial de la Salud Respuesta a la COVID-19, mayo de 2020
  • Iniciativa de un alto el fuego global del Secretario General de la ONU, marzo de 2020
  • Convención sobre las armas biológicas, 1972

Ejemplos de buenas prácticas parlamentarias:

Carta del Senado de los EE. UU. invocando la Ley de la producción para Defensa de 1950

El 15 de marzo de 2020, el senador estadounidense Ed Markey envió una carta pública al presidente Trump donde se señalaba la falta de equipos y suministros médicos para las pruebas de COVID-19 de los residentes estadounidenses y para el tratamiento de las personas contagiadas. El senador Markey propuso la invocación por parte del presidente de la Defense Production Act (Ley de la producción para Defensa) de 1950 para ordenar un incremento de la producción industrial de ventiladores, mascarillas, pruebas de virus y otros suministros médicos relacionados con la pandemia. El gobierno estadounidense se mostró al inicio remiso a interferir en la industria de esta forma, pero acabó cediendo al apoyo cada vez mayor del Congreso y de la opinión pública para que se adoptara esta medida, y de este modo terminó por invocar la ley el 18 de marzo.

Tailandia: Recorte del presupuesto militar para liberar recursos que se dediquen a combatir la pandemia de COVID-19

En septiembre de 2020, la Asamblea Nacional de Tailandia aprobó una asignación presupuestaria para la defensa y la seguridad nacional para el año budista 2564 (año fiscal de octubre de 2020 a septiembre de 2021) que fue un 2,23% menor que el presupuesto de defensa y seguridad nacional del año budista 2563 (año fiscal de octubre de 2019 a septiembre de 2020) (425.513 millones de THB). El recorte del presupuesto, centrado en los trabajos militares que no eran urgentes, se hizo para apoyar una desviación de fondos gubernamentales para lidiar con la COVID-19.

Llamamiento de las mujeres a la seguridad humana, la salud pública, la paz y el desarrollo sostenible

El 24 de mayo de 2020, Parlamentarios por la No-proliferación y el Desarme Nuclear, Women Legislators’ Lobby y el World Future Council lanzaron un llamamiento titulado Women’s Appeal on Human security for public health, peace and sustainable development (Llamamiento de las mujeres a la seguridad humana, la salud pública, la paz y el desarrollo sostenible), firmado por 250 mujeres legisladoras, líderes religiosas y líderes de la sociedad civil. El llamamiento expresaba la profunda preocupación por las repercusiones humanitarias y económicas de la pandemia de COVID-19, apoyaba a la ONU en su 75º aniversario, en particular en su papel de institución principal para la asistencia a países en su combate contra la pandemia, destacaba el papel clave que desempeñan las mujeres para la paz y el desarme, afirmaba la importancia de la diplomacia, la seguridad común y el derecho para la resolución de los problemas de seguridad en detrimento de la amenaza o el uso de la fuerza armada o las sanciones punitivas, y subrayaba la importancia de recortar el gasto militar para que los presupuestos se centren en las cuestiones de seguridad de las personas, como la COVID-19, el cambio climático o el desarrollo sostenible.

Nuestras prioridades son claras; es hora de parar de llenar los bolsillos de los contratistas de Defensa y de gastar los dólares esenciales de los contribuyentes en armas nucleares. En su lugar, debemos dedicar los recursos a apoyar la recuperación económica de la pandemia. Será necesaria una cooperación mundial para reconstruir nuestras naciones. Las mujeres legisladoras, las líderes religiosas y las organizaciones de la sociedad civil están liderando este llamamiento por la seguridad humana.

Jennifer Blemur, Directora, Women Legislators’ Lobby

La pandemia ha puesto claramente de manifiesto que los asuntos clave para la seguridad humana no pueden resolverse a través de medios militares o de manera independiente por los Estados, sino que son necesarias la cooperación internacional, la diplomacia y la paz. Las Naciones Unidas, y sus organismos como la Organización Mundial de la Salud, y el Programa de medio ambiente de la ONU son esenciales para la consolidación de la cooperación y de la paz. Hay que apoyarlos más.

Alexandra Wandel, Directora ejecutiva, World Future Council

Congelación mundial de armamento

En marzo de 2020, en respuesta a la iniciativa del Secretario General de la ONU para un alto el fuego global que sirviera para enfrentar mejor la pandemia de COVID-19, el Strategic Concept for the Removal of Arms Proliferation (SCRAP) (Concepto estratégico para la supresión de la proliferación de armas) lanzó la campaña #FreezeWeaponsNow, un llamamiento a los Estados, las empresas y los parlamentos para que establecieran una moratoria a la producción y suministro de armas militares. La llamada cuenta con el apoyo del Papa Francisco, Gabriela Cuevas Barron (presidenta de la Unión Interparlamentaria, 2017–2020) y numerosas organizaciones de la sociedad civil. La campaña incluye una resolución modelo para parlamentos.

Estados Unidos: Comité para la reducción del gasto de defensa

En julio de 2020, los senadores Bernie Sanders y Ed Markey presentaron en el Senado la Enmienda 1788 para recortar un 10% el presupuesto militar estadounidense y dedicarlo a apoyar la vivienda, la educación y otras necesidades humanas esenciales de las comunidades con un índice de pobreza del 25% o superior. Se trata de las comunidades que más han sufrido los efectos de la pandemia de COVID-19. Los miembros de la Cámara de Representantes Barbara Lee y Mark Pocan presentaron una Enmienda de la Cámara similar (nº HR562). Las dos enmiendas se perdieron. Sin embargo, gracias al fuerte apoyo de la Cámara, Lee y Pocan crearon un comité para la reducción del gasto de defensa (Defense Spending Reduction Caucus) que sirviera como «centro de organización para continuar demandando reducciones en el abultado presupuesto de defensa del Pentágono».

El malgasto de defensa no hace que nuestras comunidades sean más seguras; tan solo debilita nuestra capacidad de responder a las crisis. Las personas negras y morenas continúan siendo las que más sufren. No podemos continuar gastando en armas miles de millones mientras dejamos a nuestra gente indefensa frente a la COVID. El Comité para la reducción del gasto de defensa apoyará nuestros esfuerzos dedicados a redirigir el malgasto de defensa hacia la inversión en las necesidades humanas.

Representante de EE. UU. Barbara Lee

Iniciativa global de alto el fuego de la ONU

El 23 de marzo de 2020, el Secretario General de la ONU lanzó una iniciativa para un alto el fuego mundial que permitiera a las autoridades poner en marcha una mejor contención de la pandemia de COVID-19 y lidiar con sus efectos sanitarios, sociales y económicos. La iniciativa incluía un llamamiento político a las partes en guerra de los conflictos armados para que adoptasen un alto el fuego, además de involucrar a enviados especiales en zonas en conflicto para que trabajaran con las partes del conflicto con el fin de facilitar un acuerdo y la implementación de altos el fuego en dichas zonas.

Declaración conjunta de la UIP en apoyo de un alto el fuego global

El 10 de abril de 2020, la Unión Interparlamentaria lanzó una Iniciativa global de alto el fuego de la ONU, avalada por Gabriela Cuevas Barron, Presidenta de la UIP (2017–2020); José Ignacio Echániz, Presidente del Comité Permanente sobre Paz y Seguridad Internacionales de la UIP; y Reinhold Lopatka, Presidente del Grupo consultivo de alto nivel sobre la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.

La paz es crucial para garantizar nuestros sistemas sanitarios, la asistencia humanitaria y minimizar la devastación económica en el mundo. Por otra parte, tampoco se debe permitir que los grupos terroristas se aprovechen de esta situación. Tenemos que impedir que se utilice la pandemia de coronavirus como herramienta de terror por parte de los grupos terroristas. Esta es la razón por la que instamos a todas las partes en guerra que cesen las hostilidades, que cumplan plenamente con el derecho internacional humanitario y que abran una preciosa ventana para la diplomacia… Hoy solo debería haber una única lucha en el mundo: la que compartimos contra la COVID-19. Esta batalla requiere de unidad, solidaridad y cooperación mundiales. Es necesario poner como primera prioridad de las agendas de todos los países del mundo la salud y la lucha contra la pandemia. Tenemos que terminar con la guerra y el terrorismo y luchar juntos contra la enfermedad.

Declaración de la UIP en apoyo a la iniciativa de alto el fuego.

Varios parlamentos y grupos parlamentarios nacionales han expresado también su apoyo a esta iniciativa. A continuación, se muestran dos ejemplos:

Grupo Parlamentario de Baréin

El Reino de Baréin y el Grupo Parlamentario de Baréin apoyan el llamamiento hecho el 23 de marzo de este año por António Guterres a un “alto el fuego global” para poder hacer frente al enemigo común (la COVID-19), que no hace distinciones entre nacionalidades, razas, facciones o religiones, sino que ataca implacablemente a todas las personas, mientras los conflictos azotan varias regiones del planeta. Por lo tanto, el Reino apoya esta iniciativa de un alto el fuego global inmediato en todas las partes del mundo, y de poner fin a los conflictos armados con el cese de todas las hostilidades, ayudando así a que el mundo dirija toda su atención a este enemigo común, y contribuyendo al mismo tiempo a despejar el camino hacia un desarme completo, mundial y sostenible que erradique las guerras.

Declaración del Grupo Parlamentario de Baréin

Foro Parlamentario sobre Armas Pequeñas y Ligeras

Acogemos con satisfacción Asegurar nuestro futuro común, la agenda para el desarme lanzada en 2018 por el Secretario General de las Naciones Unidas, y llamamos a las partes en guerra de todo el mundo a que acepten el llamamiento de 2020 del Secretario General de la ONU a un alto el fuego global que ayude a combatir la pandemia de coronavirus. Esto debería ir de la mano de importantes recortes en la producción y el comercio de armas convencionales y armas pequeñas, con el objetivo de conseguir una paz mundial sostenible y reducir la violencia.

Hon. Daisy Lilián Tourné Valdez (Uruguay), Presidenta, Foro Parlamentario sobre Armas Pequeñas y Ligeras

Recursos:

CUADRO INFORMATIVO 7:

La pandemia y la Convención sobre las armas biológicas

La Convención sobre las armas biológicas (CAB) se adoptó principalmente para confrontar la amenaza del despliegue deliberado de estas armas por parte de Estados renegados. Está apoyada por la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de la ONU, que se adoptó para prevenir la propagación de las armas biológicas, químicas o nucleares entre agentes no estatales. La mayoría de los tratados de desarme establecen medidas de verificación, ejecución y apoyo técnico que aseguran el cumplimiento del tratado y que ofrecen otros beneficios derivados. La Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, por ejemplo, creó una red internacional de seguimiento que puede detectar si un incidente sísmico es un ensayo nuclear, un terremoto u otro evento. La red puede servir también para dar alertas tempranas de tsunamis en el caso de terremotos y proporcionar información sobre la dispersión de radiación procedente de accidentes nucleares como el accidente de Fukushima.

Si la CAB hubiera establecido un sistema para verificar el tratado, se podría haber recurrido a dicho sistema durante el inicio de la pandemia de COVID-19 para ayudar a la OMS a determinar la naturaleza del virus, determinar si el virus tuvo o no un origen militar y asistir en el desarrollo de medidas adecuadas para la contención del virus. El problema es que la CAB no ha establecido dicho sistema de verificación. La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer la CAB con medidas de verificación y de cumplimiento para garantizar una mejor respuesta mundial a incidencias biológicas como en el caso de nuevos virus, independientemente de que estos tengan un origen militar o no.

Los parlamentarios pueden apoyar la adopción de estas medidas, especialmente en el marco de las Conferencias de Revisión de la CAB (véase Armas químicas y biológicas).

CUADRO INFORMATIVO 8:

Comentarios del Secretario General de la ONU António Guterres ante el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la pandemia de COVID-19 y la Convención sobre las armas biológicas

Secretario General de la ONU Foto: foto de la ONU/Evan Schneider

2 de julio de 2020

«La pandemia ha puesto también de manifiesto los riesgos de los ataques bioterroristas y mostrado ya algunas de las formas en las que la preparación podría no ser suficiente si se diera el caso de que se manipulara deliberadamente una enfermedad para que fuese más virulenta, o que se liberase intencionadamente en múltiples lugares al mismo tiempo. Por tanto, mientras consideramos cómo mejorar nuestra respuesta a futuras amenazas de enfermedades, deberíamos también prestar suma atención a prevenir el uso deliberado de enfermedades como armas.

La Convención sobre las armas biológicas codifica una norma firme y permanente contra el uso abominable de enfermedades como arma, y cuenta ahora con 183 Estados partes. Insto a los 14 Estados que no se han adherido todavía a la Convención que lo hagan sin más demora.

Necesitamos asimismo fortalecer la Convención, que carece de una institución de supervisión y que no recoge ninguna disposición de verificación, acrecentando su papel de foro dedicado a la consideración de medidas preventivas, capacidades firmes de respuesta y contramedidas eficaces. Afortunadamente, la mejor medida para contrarrestar las armas biológicas es la acción eficaz contra las enfermedades que se suceden de manera natural. Unos sistemas de salud públicos y veterinarios fuertes no solo son una herramienta esencial contra la COVID-19, sino que también sirven de traba eficaz al desarrollo de armas biológicas.

Todos estos temas tienen que estar en la agenda del próximo año en la Conferencia de Revisión de la Convención. Actualmente, el Mecanismo del Secretario General, creado por la Asamblea General y ratificado por el Consejo de Seguridad, es el único instrumento que ofrece un marco para la investigación del uso presunto de armas biológicas. La Resolución 1540 del Consejo de Seguridad y sus resoluciones complementarias son un componente clave de la arquitectura de no proliferación internacional y han proporcionado un marco general para la prevención del escenario de pesadilla del bioterrorismo.

Dada la velocidad con la que los patógenos se propagan en un mundo interconectado, tenemos que asegurarnos de que todos los países posean capacidades resilientes y adecuadas para responder con rapidez y firmeza a cualquier posible evento biológico global y deliberado…»

Discurso completo del Secretario General de la ONU

Esta página es parte de Defender nuestro futuro común, un manual para parlamentarios.
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