Un manual sobre la acción parlamentaria en apoyo al desarme para la seguridad y el desarrollo sostenible

Armas y guerras inhumanas: municiones de racimo, minas terrestres y armas explosivas en zonas pobladas

Los Convenios de la Haya de 1899 y 1907 codificaron el Derecho internacional aplicable en época de guerra, incluyéndose aquí la protección de los civiles y de los prisioneros de guerra y la prohibición de sistemas de armamentos que resultaran inhumanos. En aquellos momentos, esto incluía los gases venenosos y las balas expansivas. En 1980 se aprobó la Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados (CCAC). Declaraba que se basaba en «el principio de derecho internacional según el cual el derecho de las partes en un conflicto armado a elegir los métodos o medios de hacer la guerra no es ilimitado, y en el principio que prohíbe el empleo, en los conflictos armados, de armas, proyectiles, materiales y métodos de hacer la guerra de naturaleza tal que causen daños superfluos o sufrimientos innecesarios».

Protocolos posteriores de la CCAC han establecido restricciones o prohibiciones completas a determinados sistemas de armamento cuyo uso pueda causar daños superfluos o sufrimientos innecesarios. En algunos casos, por ejemplo, cuando se trata de minas terrestres o municiones de racimo, no fue posible imponer prohibiciones totales a través de la CCAC por la oposición de algunos Estados parte que se desmarcaron, por lo que varios grupos de países que compartían posiciones similares tuvieron que negociar tratados separados independientes.

Acuerdos internacionales relevantes:

  • Convenios de la Haya de 1899 y 1907
  • Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (Convención sobre Armas Inhumanas) de 1980 y los protocolos adicionales:
    • Protocolo I sobre fragmentos no localizables
    • Protocolo II sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos
    • Protocolo III sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias
    • Protocolo IV sobre armas láser cegadoras
    • Protocolo V sobre restos explosivos de guerra
  • Convención sobre la prohibición de las minas antipersonal (Tratado sobre la prohibición de las minas), 1997
  • Convención sobre Municiones en Racimo, 2008

Recomendaciones:

Los parlamentarios y los parlamentos pueden:

  • Velar por que sus parlamentos/gobiernos ratifiquen los convenios sobre minas terrestres y municiones de racimo;
  • Velar por que en las medidas de aplicación de los convenios sobre las minas terrestres y las municiones de racimo se recoja la prohibición de inversiones en industrias de municiones de racimo y minas terrestres;
  • Apoyar la adopción de un compromiso internacional (declaración o acuerdo) sobre la prevención del uso de armas explosivas con efectos ampliamente expansivos en las zonas pobladas.

Ejemplos de buenas prácticas parlamentarias:

MUNICIONES DE RACIMO

Francia – Ley para la eliminación de las municiones de racimo, 2010

Francia es una antigua usuaria, productora y exportadora de municiones de racimo. No obstante, Francia se incorporó a las negociaciones de la Convención sobre Municiones de Racimo, firmó el tratado en 2008 y lo ratificó en 2009. En este sentido, promulgó legislación nacional de aplicación, la Ley para la eliminación de las municiones de racimo, el 20 de julio de 2010. La ley ha facilitado la destrucción con éxito del arsenal francés de 34.876 municiones de racimo y 14,9 millones de submuniciones. Esto se consiguió el 30 de junio de 2016, más de dos años antes del plazo previsto.

Normativa de los Países Bajos sobre la desinversión en la industria de las municiones de racimo

Tras la adopción de la Convención sobre Municiones de Racimo en 2008, varios países que ratificaron la convención aprobaron normativas que prohibían inversiones en la industria de las municiones de racimo como parte de la legislación o política de implementación del tratado. En la legislación inicial aprobada por los Países Bajos en 2011 para implementar el tratado no se incluía la prohibición de inversiones en municiones de racimo. Sin embargo, esta prohibición se aprobó en el marco del Decreto enmienda sobre el Abuso de Mercado (Ley de Supervisión Financiera) de 2013. La política neerlandesa incluye multas económicas a las entidades que vulneren la ley y otorga competencia para supervisar y hacer cumplir la política a la Autoridad competente de mercados financieros de los Países Bajos (la AFM). La AFM ofrece una lista que se actualiza periódicamente de los fabricantes de municiones de racimo.

Un B-1B Lancer arrojando municiones de racimo. Foto: U.S. Air Force / Wikimedia
Bélgica – Leyes que prohíben las armas inhumanas y las inversiones asociadas

Gracias a la Ley sobre minas antipersonal de 1995 y a la Ley reguladora de las actividades económicas e individuales con armas de 2006, Bélgica se convirtió en el primer país del mundo en aprobar legislación nacional que prohibía, respectivamente, las minas terrestres y las municiones de racimo. Estas medidas legislativas inéditas de Bélgica precedieron a los tratados internacionales que prohibieron las minas terrestres y las municiones de racimo (el Tratado sobre la prohibición de las minas y la Convención sobre municiones de racimo) e inspiró, fortaleció y dio forma al enfoque internacional. Asimismo, Bélgica se convirtió en el primer país del mundo en prohibir las inversiones en fabricantes de municiones de racimo cuando su parlamento aprobó en 2007 por unanimidad la «ley Mahoux» (llamada así por su promotor, el senador Philippe Mahoux). La ley ampliaba la normativa existente que prohibía las inversiones en fabricantes de minas terrestres. El parlamento belga aprobó también una ley en 2007 por la que se prohibían las armas que empleasen uranio empobrecido y, en la misma línea, dos años más tarde, aprobó otra ley, promovida también por el senador Mahoux, que prohibió las inversiones en armas con uranio empobrecido.

Parlamento Europeo, 2007

En octubre de 2007, el Parlamento Europeo mostró su apoyo a la prohibición de las municiones de racimo y de las inversiones en la industria de las municiones de racimo mediante la adopción de una resolución titulada Tratado universal de prohibición de las bombas de racimo, en la que el Parlamento pedía una moratoria sobre la utilización, las inversiones, el almacenamiento, la producción, la transferencia o la exportación de bombas de racimo, y apoyaba las negociaciones de un Tratado sobre las bombas de racimo. La resolución del Parlamento Europeo citaba la «ley Mahoux» como inspiración y precedente.

Ley de EE. UU. para la protección de la población civil contra las municiones de racimo, 2017

La Ley para la protección de la población civil contra las municiones de racimo de 2017, presentada por los senadores Diane Feinstein y Patrick Leahy, continúa una serie de acciones del Congreso de los EE. UU. que se iniciaron a partir de la celebración de la Convención sobre las municiones de racimo. Los Estados Unidos no han firmado la Convención. Con todo, ha habido acciones anteriores de apoyo del Congreso que han resultado eficaces a la hora influenciar la política de EE. UU., en particular la adopción en 2008 de una política para terminar gradualmente hasta 2018 con la producción y utilización de municiones de racimo que provocan un porcentaje mayor del 1% de municiones no detonadas.

En 2017, la administración Trump abandonó esta política, permitiendo una utilización más libre de las municiones de racimo por parte de las fuerzas armadas estadounidenses. La Ley para la protección de la población civil contra las municiones de racimo de 2017 apoya las restricciones anteriores a las municiones de racimo, así como las restricciones a su producción y venta y contra cualquier uso de las mismas en zonas civiles. De ser aprobada, prohibiría la financiación de dichas actividades por parte del Congreso. La ley también insta a los EE. UU. a firmar y ratificar la Convención sobre las municiones de racimo. Hasta la fecha, la ley no ha recibido apoyo suficiente para su aprobación.

Senadora Diane Feinstein. Foto: Foto del Senado de los EE. UU./Becky Hammel

Estas armas indiscriminadas han dejado un legado de municiones sin explotar en zonas devastadas por la guerra. Si bien los Estados Unidos no han recurrido mucho a las municiones de racimo desde la invasión de Irak en 2003, se han utilizado bombas de racimo fabricados en los EE. UU. recientemente en Yemen, poniendo en peligro a la población civil. Los Estados Unidos deberían unirse a los más de 100 países que han acordado no utilizar ni exportar nunca más este tipo de armas firmando la Convención sobre las municiones de racimo. Esta legislación incitaría al gobierno precisamente a hacer eso.

Senadora Diane Feinstein.

MINAS TERRESTRES

Ley de remoción de minas de Bosnia y Herzegovina de 2002 (enmendada en 2017)

Bosnia y Herzegovina ratificó el Tratado sobre la prohibición de las minas en 1998 y aprobó la Ley de remoción de minas de 2002 para la implementación del tratado. Las minas terrestres se utilizaron en el territorio durante la guerra de Bosnia entre 1992 y 1995, causando más de 3.000 muertes. Al final de la guerra, cientos de miles de minas permanecieron sin explotar. La ley de 2002 estableció un Centro Antiminas de Bosnia y Herzegovina para coordinar la remoción de minas y la asistencia a las víctimas, y una comisión de remoción de minas para supervisar y examinar la aplicación de la ley.

Desde su creación, las autoridades han facilitado el descubrimiento y la destrucción segura de más de 45.000 minas antipersonal, más de 7.000 minas antitanque y aproximadamente 40.000 restos explosivos de la guerra. El parlamento continúa desempeñando una función supervisora examinando la aplicación de la ley y aprobando la estrategia nacional de actividades relativas a las minas. Para más información, consulte Landmine and Cluster Munition Monitor Country Reports: Bosnia and Herzegovina (Informes de país del supervisor de minas terrestres y municiones de racimo: Bosnia y Herzegovina).

Ley irlandesa sobre las municiones de racimo y las minas antipersonal (2008)

Irlanda ratificó en 1999 el Tratado sobre la prohibición de las minas y aprobó legislación de implementación en ese mismo año. En 2008 se actualizó la legislación al objeto de incorporar también las obligaciones de Irlanda derivadas de la Convención sobre las municiones de racimo. La legislación se modificó de nuevo en 2020 para incorporar nuevas disposiciones, la más destacada, la prohibición de las inversiones en las industrias de las minas terrestres y de las municiones de racimo.

Carta conjunta del Congreso de los EE. UU. sobre las minas terrestres, mayo de 2020

Estados Unidos no se ha adherido al Tratado sobre la prohibición de las minas. No obstante, en 2014, la administración Obama anunció una nueva política que limitaría la producción y el despliegue de minas terrestres a las operaciones militares de los EE. UU. en la península coreana, esto es, para defender a la República de Corea frente a un ataque de la República Popular Democrática de Corea. El gobierno estadounidense también se comprometió a explorar medios alternativos de garantizar la seguridad de la República de Corea para poder adherirse al Tratado sobre la prohibición de las minas. En enero de 2020, la administración Trump canceló esta política con una nueva directriz política que permitía a los comandantes militares desplegar minas terrestres en otras operaciones militares. Como respuesta, el senador Patrick Leahy y el miembro de la Cámara de Representantes Jim McGovern enviaron al Secretario de Defensa una carta conjunta refrendada por otros 100 miembros del Congreso oponiéndose al cambio de política y planteando una serie de cuestiones en relación con cualquier uso militar de las minas terrestres y proponiendo opciones para la viabilidad de alternativas a dicho uso.

ARMAS EXPLOSIVAS EN ZONAS POBLADAS

Llamamiento parlamentario internacional

En marzo de 2019, la Red Internacional sobre Armas Explosivas lanzó una Llamamiento parlamentario internacional para prevenir el sufrimiento humano causado por el uso de armas explosivas en zonas pobladas. El llamamiento insta a los gobiernos a «desarrollar, adoptar e implementar con urgencia un compromiso internacional para hacer frente a este patrón de daño claro y documentado interrumpiendo el uso de armas explosivas con efectos ampliamente expansivos en las zonas pobladas y asistiendo a las personas y comunidades afectadas».

CUADRO DE INFORMACIÓN 3:

Riesgos asociados a los arsenales de municiones, productos químicos y patógenos con un mantenimiento deficiente

La explosión en un almacén portuario de la capital libanesa, Beirut, el 4 de agosto de 2020, expuso a las claras los peligros asociados al almacenamiento de materiales explosivos y sustancias químicas. La detonación de 2.750 toneladas de nitrato de amonio mató a unas 150 personas, hirió a miles y causó destrucción por media ciudad. Se calculó que la explosión equivalió a entre 1.000 y 1.500 toneladas de TNT, en torno a un 10% de la intensidad de la bomba nuclear de Hiroshima, pero mucho mayor que cualquier explosión de un arma convencional (por cierto, la explosión se produjo solo dos días antes del 75º aniversario del ataque con armamento nuclear a Hiroshima). La explosión se consideró un accidente (el resultado de una mala gestión, incompetencia y exceso de confianza en el almacenamiento del depósito) y no un ataque deliberado, y los productos químicos que estaban almacenados no eran para la fabricación de bombas. Sin embargo, el accidente generó numerosas inquietudes en torno a las posibles consecuencias catastróficas para las personas, las infraestructuras, los medios económicos de subsistencia y el medio ambiente de los almacenes de materiales potencialmente explosivos con un mantenimiento deficiente.

Utilizado como fertilizante, en artefactos explosivos de las industrias de la construcción y la minería, y como ingrediente para bombas, el nitrato de amonio es una sal formada por amonio y ácido cítrico, altamente inflamable. La explosión de Beirut no fue la primera vez en la que un accidente con nitrato de amonio causó consecuencias catastróficas. En 1947, unas 2.300 toneladas de productos químicos explotaron en el puerto de Texas City como consecuencia de un cigarrillo arrojado imprudentemente. La deflagración causó una reacción en cadena con la explosión de un barco que se encontraba en las proximidades y que transportaba nitrato de amonio, provocando incendios en los depósitos de productos químicos y las refinerías de petróleo en las inmediaciones del puerto. El desastre causó la muerte de unas 581 personas y provocó heridas a aproximadamente 3.500 personas. Está considerado el accidente industrial más mortífero de la historia de los EE. UU. En los últimos 100 años se han producido más de treinta explosiones accidentales con nitrato de amonio. Además de estos accidentes, este fertilizante se ha utilizado también en los últimos años en numerosos atentados terroristas, como el atentado terrorista de 1995 en Oklahoma City (EE. UU.), el ataque con bombas de 2002 en un local nocturno de Bali (Indonesia) y la bomba detonada por Anders Breivik en Oslo (Noruega). Precisamente, por causa de este posible uso para la fabricación de bombas, muchos países cuentan con normativas muy estrictas para el almacenamiento, mantenimiento y uso de este compuesto. Por ejemplo, muchos países de la Unión Europea exigen que se mezcle el nitrato de amonio con carbonato de calcio para convertirlo en un compuesto más seguro.

La Agenda para el Desarme del Secretario General de las Naciones Unidas reconoce también la importancia de asegurar los arsenales excesivos y con un mantenimiento deficiente. La Línea de Acción 22 establece cuatro prioridades a la hora de abordar la gestión de las armas y las municiones. Esta línea de acción se centra en las municiones dentro de un contexto militar, pero abre la puerta a que se realicen acciones en torno a otros materiales que pudieran ser peligrosos.

Recursos:

Esta página es parte de Defender nuestro futuro común, un manual para parlamentarios.
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