Un manual sobre la acción parlamentaria en apoyo al desarme para la seguridad y el desarrollo sostenible

Espacio ultraterrestre

El Derecho internacional sostiene que el espacio ultraterrestre y los cuerpos celestes no podrán ser objeto de apropiación nacional (nadie puede poseerlos), y que la exploración y utilización del espacio ultraterrestre deberán hacerse en provecho de todos para promover la paz y la seguridad internacionales y fomentar la cooperación y la comprensión internacionales. Sin embargo, el espacio ya ha sido utilizado en operaciones militares, concretamente en materia de vigilancia y comunicaciones. Al mismo tiempo, son varios los países que están investigando, desarrollando y probando sistemas de combate antisatélites y otros usos de la fuerza en el espacio o desde el espacio.

El Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre y el Tratado sobre la Luna prohíben la colocación en el espacio de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, además de prohibir también el establecimiento de instalaciones militares o la realización de ejercicios militares en la luna. No obstante, los tratados no prohíben la colocación de sistemas de armamento convencional, o de sistemas que contribuyan a la guerra (como sistemas de mando y comunicaciones militares) en el espacio. El Derecho internacional tampoco prohíbe dirigir ataques a satélites desde la Tierra o desde el espacio (guerra antisatélites).

Rusia y China han propuesto un Tratado sobre la prevención del emplazamiento de armas en el espacio ultraterrestre y del uso o la amenaza de uso de la fuerza contra objetos espaciales, pero no ha recibido todavía ningún apoyo de ninguno de los demás países con actividad en el espacio (el caso más evidente, el de los EE. UU.). Asimismo, la Unión Europea ha propuesto un Código de Conducta Internacional para las actividades en el espacio ultraterrestre que no es tan ambicioso como la propuesta de Rusia y China, pero que incluye disposiciones para prevenir la amenaza o el uso de la fuerza en el espacio ultraterrestre.

Acuerdos internacionales relevantes:

  • Tratado sobre la Luna: Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos celestes, 1979
  • Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre: Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, 1967
  • Declaración de la Asamblea General de la ONU de los principios jurídicos que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, 1963

Recomendaciones:

Los parlamentarios pueden:

  • Aprobar normas en materia de lanzamientos espaciales (en países que alberguen lanzaderas espaciales) que prohíban el lanzamiento de cargas útiles que contribuyeran a la militarización del espacio ultraterrestre o a la amenaza o al uso de la fuerza en el espacio ultraterrestre, incluidos ataques contra satélites, o los sistemas de mando y control de armas nucleares;
  • Promover un protocolo adicional para el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre que prohíba la colocación de armas en el espacio;
  • Promover negociaciones en las Naciones Unidas en torno a un Código de Conducta internacional para las actividades en el espacio ultraterrestre;
  • Apoyar un veto al desarrollo y los ensayos de armas antisatélites.

Ejemplos de buenas prácticas parlamentarias:

Resolución del Parlamento Europeo de 2008 sobre espacio y seguridad

El 10 de julio de 2008, el Parlamento Europeo aprobó una resolución del Parlamento Europeo sobre espacio y seguridad en la que pide «a los actores internacionales que se abstengan de utilizar equipo ofensivo en el espacio», y expresa su «particular preocupación en relación con el uso de cualquier tipo de fuerza destructiva contra los satélites (…) y las consecuencias del incremento masivo de los residuos para la seguridad espacial». Además, recomienda «la adopción de instrumentos internacionales jurídicamente vinculantes que se centren en la prohibición del uso de armas contra los recursos espaciales y del estacionamiento de armas en el espacio».

Ley de 2017 de Nueva Zelanda sobre actividades en el espacio ultraterrestre y en altitud. Directrices de 2019 sobre lanzamientos espaciales

La Ley de 2017 sobre actividades en el espacio ultraterrestre y en altitud y las Directrices de 2019 sobre lanzamientos espaciales regulan los lanzamientos y las cargas útiles en el espacio bajo la jurisdicción de Nueva Zelanda. Su aplicación es a día de hoy de extrema importancia para la lanzadera espacial Rocketlab, ubicada en la Península Mahia de la Isla Norte de Nueva Zelanda. La Ley, aprobada por el Parlamento de Nueva Zelanda, incorpora a la legislación nacional las obligaciones previstas en el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre con el fin de evitar que los lanzamientos espaciales bajo la jurisdicción de Nueva Zelanda contribuyan a lo siguiente:

  • colocar en órbita alrededor de la Tierra cualquier objeto portador de armas nucleares u otras clases de armas de destrucción en masa, ni a emplazar tales armas en los cuerpos celestes, ni colocar tales armas en el espacio ultraterrestre en ninguna otra forma;
  • establecer en los cuerpos celestes bases, instalaciones y fortificaciones militares;
  • efectuar en los cuerpos celestes ensayos con cualquier tipo de armas y realizar maniobras militares.

Las Directrices de 2019 sobre lanzamientos espaciales, aprobadas por el Gobierno de Nueva Zelanda, amplían estas obligaciones para prohibir los lanzamientos espaciales bajo la jurisdicción de Nueva Zelanda que conlleven cargas útiles:

  • que contribuyan de cualquier forma a programas o capacidades de armamento nuclear,
  • con el uso final previsto de dañar, destruir o interferir con otras aeronaves o sistemas en la Tierra,
  • con el uso final previsto de apoyar o permitir determinadas operaciones de defensa, seguridad o inteligencia que sean contrarias a la política del gobierno,
  • cuando el uso final previsto pueda causar un daño serio e irreversible al medio ambiente.

La normativa no prohíbe todas las cargas útiles militares, los contratos de lanzamientos espaciales o las aplicaciones militares de lanzamientos espaciales. Pero, en todo caso, probablemente establezca la regulación más completa del mundo a la hora de velar por que los lanzamientos espaciales no contribuyan a la guerra antisatélites ni a los sistemas espaciales de armamento, y se ajusta a los principios de Derecho internacional que rigen los sistemas militares, de seguridad e inteligencia.

Lo que se critica de la normativa es que no contemple una función de control público de las decisiones del gobierno relativas al otorgamiento de permisos de lanzamiento. Esta función está prevista en la Ley de 1987 que establece una zona libre de armas nucleares en Nueva Zelanda, en relación con las decisiones gubernamentales de permitir o no escalas portuarias de embarcaciones (buques y aeronaves) con capacidad para portar armas nucleares. Algunos también critican que irían en contra de cualquier contrato de defensa con un país extranjero para lanzamientos espaciales en Nueva Zelanda por lo difícil que sería verificar la conformidad de dicho contrato con la normativa.

Ley estadounidense para la preservación del espacio de 2001

En octubre de 2001, Dennis Kucinich, miembro de la Cámara de Representantes de los EE. UU., presentó la Ley de preservación del espacio de 2001, que tiene como objetivo «preservar los usos cooperativos y pacíficos del espacio en beneficio de toda la humanidad prohibiendo permanentemente el emplazamiento de armas en el espacio por parte de los Estados Unidos y exigiendo al Presidente que adopte medidas para la aprobación e implementación de un tratado mundial de prohibición de armas en el espacio». La ley no recibió apoyo suficiente para ser aprobada, pero continúa siendo útil como modelo de acción legislativa para prevenir una carrera armamentística en el espacio ultraterrestre.

Proyecto de resolución del Senado de los EE. UU. sobre los usos pacíficos del espacio, 2019

En octubre de 2019, los senadores de los EE. UU. Tom Udall y Tim Kaine, miembros los dos del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, presentaron la Resolución del Senado 386, en apoyo de la cooperación internacional y de la continuidad del liderazgo de los Estados Unidos en el mantenimiento del acceso al espacio y en la consecución de avances en la tecnología espacial. El proyecto de resolución tiene por objeto mantener el liderazgo de los EE. UU. en la protección de satélites y aeronaves en la órbita terrestre frente a residuos espaciales y garantizar que todas las naciones cooperen para promover el uso pacífico del espacio con fines de investigación y comerciales. El proyecto de resolución destaca el hecho de que «los ensayos destructivos antisatélites amenazan el acceso internacional al espacio» y que «una colisión u otro desastre evitable en el espacio reduciría el acceso al espacio y amenazaría las misiones militares, civiles y comerciales futuras en el espacio para todos los países», y busca prevenir estas acciones mediante el liderazgo de los EE.UU. en las directrices y normas desarrolladas en el seno de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos.

Recursos:

Esta página es parte de Defender nuestro futuro común, un manual para parlamentarios.
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